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- Julián Álvarez abrió el marcador en el primer tiempo con una falta directa bien ejecutada, y cerca del final del partido, estuvo a punto de sellar la victoria con un disparo que se estrelló en el poste.
En la primera jornada de LaLiga EA Sports, el Atlético de Madrid sufrió una inesperada derrota (2-1) ante el Espanyol en el RCDE Stadium. A pesar de que el equipo parecía tener el control del encuentro, dos goles en el tramo final desbarataron sus planes.
El comienzo de la temporada generaba expectativas en torno al equipo dirigido por Diego Pablo Simeone, que contaba con varios refuerzos destacados. Julián Álvarez abrió el marcador en el primer tiempo con una falta directa bien ejecutada, y cerca del final del partido, estuvo a punto de sellar la victoria con un disparo que se estrelló en el poste.
El Espanyol, sin embargo, mostró una gran resiliencia. Miguel Rubio logró empatar a 20 minutos del final, lo que activó a los aficionados y reavivó el juego ofensivo del equipo local. La presión aumentó de forma dramática y culminó con un espectacular gol de Pere Milla en el minuto 85, que desató la alegría en Cornellà-El Prat.
El Atlético no pudo mantener su ventaja y dejó escapar la oportunidad de un buen comienzo, generando preocupaciones en un equipo que había comenzado con buenos ánimos. La intensidad del Espanyol obligó a los rojiblancos a reaccionar, con Álex Baena y Thiago Almada llevando el peso del juego. A pesar de sus esfuerzos, el equipo no logró concretar sus llegadas y se vio forzado a adaptarse a un terreno complicado.
Aunque la posible baja de Ramón Terrats complicó las cosas para los ‘pericos’, este cambio no eclipsó la notable actuación de sus nuevos fichajes, como Roberto Fernández y Carlos Romero, quienes inquietaron a la defensa rival. Simeone también realizó ajustes, haciendo ingresar a Koke, Griezmann y Pablo Barrios, quien se mostró activo en la creación de juego.
A medida que avanzaba el partido, el Espanyol comenzó a acercarse a la portería de Jan Oblak, evidenciado con el gol del empate. La falta de coordinación en la defensa atlética permitió que los cambios realizados por el Espanyol resultaran decisivos. Al final, la remontada estaba completa, mientras el Atlético se mostraba incapaz de reaccionar, tanto física como emocionalmente.
La última oportunidad para el equipo de Simeone llegó de los pies de Antoine Griezmann, quien, tras una buena jugada colectiva, erró un disparo que se fue desviado. Puntos que podrían haber sido cruciales se esfumaron para el Atleti, mientras el Espanyol se plantea esta temporada con nuevos propietarios y la intención de competir en un nivel más alto sin complicaciones.