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- El profesor explica que la mayoría de las personas se asean por cuestiones de olor corporal, para despertar o después de realizar ejercicio físico, pero esta práctica puede no ser siempre beneficiosa y, en algunos casos, perjudicial.
La higiene personal es fundamental para muchos, ya que el hecho de ducharse suele estar relacionado con evitar olores o como parte de la rutina diaria. Sin embargo, la frecuencia con la que se realiza esta práctica puede no ser siempre beneficiosa, e incluso podría tener efectos adversos para la salud.
Robert Shmerling, profesor en la Facultad de Medicina de Harvard, ha abordado el tema de la necesidad de ducharse diariamente, destacando algunas repercusiones que esta costumbre puede tener.
Un estudio revela que en Estados Unidos dos tercios de la población se duchan a diario. En Australia, esa cifra se eleva al 80%, mientras que en China el 50% de los ciudadanos se ducha apenas dos veces por semana.
Shmerling comenta que “para muchos, ducharse a diario tiene más que ver con la costumbre y las normas sociales que con la salud. Por eso, la frecuencia con la que nos aseamos varía tanto de un país a otro”.
El profesor explica que la mayoría de las personas se asean por cuestiones de olor corporal, para despertar o después de realizar ejercicio físico, pero esta práctica puede no ser siempre beneficiosa y, en algunos casos, perjudicial.

Según Shmerling, “la piel sana tiene una capa de grasa y un equilibrio de bacterias beneficiosas. Lavarse frecuentemente las elimina, especialmente si utilizamos agua caliente”.
Esto puede conducir a irritaciones cutáneas, infecciones y alergias. Además, el cuerpo necesita adquirir anticuerpos protectores y “memoria inmunitaria”, que proviene de la exposición a la suciedad y a microorganismos comunes en nuestro entorno.
¿Con qué frecuencia debemos ducharnos?
El experto afirma: “Ducharse a diario no mejora la salud; puede causar problemas cutáneos y otros inconvenientes, además de desperdiciar agua. También, los aceites, perfumes y otros ingredientes en champús y jabones pueden provocar reacciones alérgicas”.
No existe una frecuencia única para todos, pero se recomienda que ducharse varias veces por semana suele ser suficiente, a menos que se haya sudado o se encuentre en situaciones que requieran una mayor higiene.
Las duchas cortas, de aproximadamente tres a cuatro minutos, son las más aconsejables. Se debe prestar especial atención a las regiones como axilas e ingles.
