Infórmate en 5 segundos
- La estrategia no se limita a interrumpir toda la conexión a Internet del usuario, sino que se centra en deshabilitar el acceso a las direcciones IP específicas vinculadas a contenido ilegal, en su mayoría, servidores de IPTV o sitios de streaming pirata relacionados con el fútbol.
La primera jornada de la Liga 2025/2026 ha finalizado, marcando un inicio lleno de emociones, especialmente en los enfrentamientos como el Real Madrid contra Osasuna y el FC Barcelona contra Mallorca. Aunque las cifras de audiencia han sido elevadas en esos partidos, el resto de los encuentros ha tenido un desempeño menos destacado. Es importante recordar que muchas de estas cifras se deben a plataformas de pago, ya que los partidos no se transmiten de manera gratuita. Sin embargo, se ha observado que un número considerable de espectadores opta por mirar los partidos a través de plataformas y sitios web piratas, lo que ha llevado a la industria a intensificar esfuerzos para combatir esta práctica.
El año anterior, hubo un desafío significativo con la implementación de bloqueos de direcciones IP, donde los usuarios se mostraron frustrados por la imposibilidad de acceder a los canales que deseaban. Este curso, todas las plataformas han decidido unirse para cortar conexiones específicas a usuarios que incurran en visualizaciones ilegales. Surge la pregunta: ¿será suficiente esta estrategia de disuasión? ¿Es realmente legal llevar a cabo tales medidas?
La nueva temporada ha traído consigo la misma controversia. Aunque los aficionados regresaron a los estadios, miles de usuarios en línea se han visto nuevamente afectados por los bloqueos masivos de IP, impulsados por las demandas de la patronal del fútbol. Este problema se ha intensificado y ahora afecta también a clientes de Vodafone y MasOrange, sumándose a los usuarios de Movistar, O2 y Digi en la recepción de estos bloqueos. La estrategia no se limita a interrumpir toda la conexión a Internet del usuario, sino que se centra en deshabilitar el acceso a las direcciones IP específicas vinculadas a contenido ilegal, en su mayoría, servidores de IPTV o sitios de streaming pirata relacionados con el fútbol.
Aunque la intención es frenar las transmisiones ilegales, se ha evidenciado que esta medida también perjudica a sitios y servicios que no tienen relación alguna con el fútbol. Esta situación ha reabierto el debate sobre la extensión y la legalidad de estas prácticas. Plataformas como X (anteriormente Twitter) y Redsys ya se vieron afectadas en temporadas pasadas, y el mensaje “HTTP 451 – Archivo no disponible por razones legales” ha vuelto a aparecer en los navegadores de muchos.
Bloqueos: Un alcance sin precedentes
En esta jornada inaugural, los primeros bloqueos se llevaron a cabo justo antes de que sonara el pitido inicial. Los operadores Movistar y O2 utilizaron bloqueos de tipo blackhole, y, por primera vez, afectaron a conexiones IPv6 además de las IPv4. Durante el fin de semana, los usuarios expresaron su descontento en redes y foros, acusando a las compañías de “censura digital”.
Recientemente, la actuación de Vodafone y MasOrange ha llamado la atención, ya que han fortalecido su sistema de filtrado en comparación con la temporada anterior. Ya no solo bloquean el acceso, sino que interceptan tráfico HTTP y HTTPS de cualquier dominio asociado a las IP bloqueadas, generando el mensaje: “Por motivos ajenos a Vodafone, esta web no está disponible”.
La indignación persiste
La campaña de bloqueos ya había originado en 2024 una gran controversia, dando lugar al movimiento #LaLigaGate, que impulsó denuncias en el Congreso y agrupaciones de afectados. A pesar de que el presidente de LaLiga, Javier Tebas, sostiene que los bloqueos no son masivos, la realidad muestra que numerosas páginas no relacionadas con las transmisiones han quedado afectadas por estas políticas judiciales.
Las empresas operadoras deben cumplir con las resoluciones judiciales solicitadas por LaLiga y sus socios, pero la falta de filtros más específicos genera daños colaterales que afectan a pequeños medios digitales y servicios en línea, que temen ser inaccesibles durante los partidos, un riesgo que se materializa cuando se cortan IP que albergan tanto contenido legal como ilegal.
Un conflicto que enfrenta a LaLiga con Internet
Este enfrentamiento no es nuevo, ya que en febrero de 2025, LaLiga y la compañía de servicios de internet Cloudflare entraron en un choque abierto, denunciando los efectos adversos sobre sus clientes. Aunque la polémica se calmó con el final de la temporada 2024/2025 en mayo, el inicio de la nueva competición ha reavivado las tensiones.
La justicia sostiene a LaLiga, permitiendo que soliciten medidas cautelares para proteger sus derechos de emisión, lo que coloca a los operadores en un dilema: cumplir con las órdenes judiciales mientras lidian con el descontento de sus usuarios.
Perspectivas para los próximos meses
La jornada inaugural de LaLiga se extendió hasta el martes, lo que indica que los bloqueos no son exclusivos de los fines de semana. Si esta tendencia continúa, la experiencia digital de millones de usuarios se verá afectada por el calendario futbolístico.
El debate sobre la proporcionalidad de estas medidas seguirá estando presente. Los defensores argumentan que, sin ellas, la piratería perjudicaría significativamente al ámbito audiovisual, mientras que los críticos alertan sobre la vulneración del acceso a Internet para ciudadanos y empresas inocentes.
Conoce más sobre cómo trabajamos en BusinessInsider.
Etiquetas: MásMóvil, Movistar, Justicia, Legislación, Internet, Tecnología, Orange, Vodafone, fútbol