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- A pesar de los contratiempos, un rayo de sol iluminó el cielo de Madrid justo a tiempo para el desfile, que estuvo marcado por un vuelo rápido y medido de la bandera rojigualda.
Un ambiente tumultuoso marcado por el desdén hacia el Gobierno. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asistió al desfile del 12 de octubre bajo una atmósfera de descontento popular. A diferencia de las lluvias que empañaron la celebración en años anteriores, el cielo de Madrid estaba nublado, reflejando un clima de tensión. Durante su presencia, Sánchez recibió un fuerte rechazo por parte de los ciudadanos concentrados en la Plaza de Cánovas del Castillo, conocida como Neptuno, donde los abucheos y los insultos resonaron en su contra, exigiendo su marcha tanto del acto como de la Moncloa. Mientras tanto, no se mencionaron a su esposa, Begoña Gómez, ni a su hermano, en contraste con las recientes comparaciones de los familiares en los tribunales.
La Princesa Leonor, con su uniforme de gala de alférez del Ejército del Aire, mostró una elegante sonrisa al observar el paso de los militares junto a su padre, el Rey Felipe VI, quien lució amigable y nostálgico al recordar sus primeros desfiles. Vestido con el uniforme de la Armada, el Rey cumplió con la agenda prevista y asistió poco antes de las 11:20 al tradicional salto de paracaidistas que precedió el izado de la bandera nacional. Los legionarios entonaron la emotiva cancion ‘La Muerte no es el Final’, en un homenaje a los caídos por España, siendo esta interpretación compartida por el Rey Felipe VI y la Princesa Leonor.
Las condiciones climáticas afectan el estreno de la Formación Mirlo en el desfile del 12 de octubre
El ansiado debut de la Formación Mirlo, que sustituye a la Patrulla Águila tras 40 años de vuelo, no pudo brillar debido a las condiciones meteorológicas adversas. Aunque el clima era propicio, las inclemencias obligaron a una reducción significativa en las unidades aéreas del escuadrón, compuesto por los instructores de vuelo de la Academia General del Aire y del Espacio, quienes manejaban el nuevo modelo Pilatus PC-21.
La Princesa Leonor, junto con su hermana la Infanta Sofía, recordó con nostalgia sus primeras experiencias en la Academia de San Javier, y con un tono juguetón comentó: “Mira Sofía, estos son los aviones que he utilizado”. A pesar de los contratiempos, un rayo de sol iluminó el cielo de Madrid justo a tiempo para el desfile, que estuvo marcado por un vuelo rápido y medido de la bandera rojigualda.
Con un cielo cubierto y la presencia de miles de espectadores, solo los cazas Eurofighter, F-18 y Harrier elevaron el vuelo. Más de 29 helicópteros y otros aviones de transporte permanecieron en tierra, mientras el público disfrutaba del desfile terrestre en compañía de Baraka, el sustituto de la cabra de la Legión. En total, se presentaron 3.847 miembros de las Fuerzas Armadas con uniforme de gala, acompañados por la Unidad Militar de Emergencias (UME), que celebró su XX aniversario.
