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- El entrenador le instruyó a entrenar con el filial pero, a pesar de la adversidad, Helguera logró reinsertarse en el equipo, convirtiéndose en el sexto jugador con más minutos en esa temporada.
Los Galácticos de Real Madrid son, sin duda, un capítulo dorado en la historia del fútbol, evocando nombres como Zinedine Zidane, David Beckham, Ronaldo y Luís Figo. Estos astros elevaron al club a un estatus legendario, sin embargo, hay personajes menos reconocidos que también jugaron un papel crucial en ese éxito. Entre ellos se encuentra Iván Helguera, un defensor que, aunque no estaba en el centro de atención, contribuyó de forma significativa durante sus ocho años en el club.
Helguera fue una pieza clave en la consecución de dos Champions League (2000 y 2002), además de tres títulos de Liga, en un vestuario que pronto se tornó complicado. Su historia, aunque menos brillante, es igualmente relevante, como se puede apreciar en su trayectoria antes de llegar al Bernabéu.
Un camino singular hacia el Real Madrid
Helguera inició su carrera profesional en el Manchego en 1995 y, después de varios pasos por equipos como el Albacete y la Roma, llegó al Espanyol donde fue guiado por Marcelo Bielsa. Este fue un punto de inflexión que le abrió las puertas de la Selección Española y, posteriormente, del Real Madrid en 1999.
Su traslado al Madrid fue casi cinematográfico. En sus propias palabras: “Nos encontramos en el aeropuerto con Espanyol y Madrid, y Fernando Hierro me llamó para que fuera con ellos. Lo conocía de la selección. Me dijo que dejara al Espanyol y él era uno de mis ídolos.” No se lo pensó dos veces.
Estabilidad inicial en el club
Helguera llegó como mediocampista pero pronto se reafirmó como zaguero central, formando una sólida pareja defensiva con Hierro, Meijia y Cannavaro. Bajo la dirección de Vicente del Bosque, Helguera destacó, acumulando un total de 229 partidos en el periodo de 1999 a 2007, siendo un pilar del equipo incluso cuando las decisiones de la directiva intentaron apartarlo.
Desafíos y conflictos internos
Sin embargo, la temporada 2005-06 marcó el inicio del declive de su etapa en el Madrid. Con la llegada de Fabio Capello, el club le comunicó su exclusión del equipo, a pesar de tener un contrato vigente. “La directiva, en especial el presidente y Mijatović, me quitaron el número. Me hicieron mucho la vida imposible,” relató Helguera, sin entender las razones de esta decisión tras haber sido un jugador clave poco antes.
El entrenador le instruyó a entrenar con el filial pero, a pesar de la adversidad, Helguera logró reinsertarse en el equipo, convirtiéndose en el sexto jugador con más minutos en esa temporada. “Lo hice más por rabia y ganas que otra cosa,” admitió el defensor, quien finalmente decidió cambiar de aires tras vivir tensiones con la directiva.
Un nuevo comienzo en Valencia
Su camino lo llevó al Valencia con la esperanza de encontrar paz. “Acabó mi etapa en el fútbol. Estaba tan agobiado psicológicamente con el fútbol que decidí no jugar más,” reflexionó Helguera, a pesar de haber conseguido la Copa del Rey en 2008.
Pese a los logros, la relación con Unai Emery fue complicada, convirtiendo su paso por Valencia en un nuevo desafío. Helguera reconoció que “ni me entendía a mí ni yo a él, da para escribir un libro.” Sin embargo, su decisión de alejarse del fútbol se consolidó tras el nacimiento de su segundo hijo.
La vida post-fútbol
Una vez retirado, Helguera eligió un camino diferente al del deporte, aventurándose en el negocio inmobiliario, apoyado por los conocimientos de su esposa en finanzas. A sus cinco décadas, sigue siendo un Galáctico de bajo perfil, apareciendo ocasionalmente en las gradas animando al Madrid, manteniendo la misma formalidad con la que jugó.