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- La pareja se encuentra en la cuenta atrás para lo que promete ser la boda del otoño, con la celebración que se llevará a cabo en la misma localidad cuyo encanto siempre ha seducido a la familia Herrera.
En la hermosa costa de Cádiz, frente a la desembocadura del río Guadalquivir y con el Parque Nacional de Doñana como espectacular telón de fondo, se localiza la encantadora residencia de Carlos Herrera en Sanlúcar de Barrameda. Este lugar, impregnado de memorias familiares y encuentros veraniegos, se prepara para convertirse en el escenario de un evento memorable: la boda de su hijo Alberto Herrera con Blanca Llandres.
La pareja se encuentra en la cuenta atrás para lo que promete ser la boda del otoño, con la celebración que se llevará a cabo en la misma localidad cuyo encanto siempre ha seducido a la familia Herrera.
Adquirida por Carlos y su exmujer, Mariló Montero, hace años, esta residencia se ubica en un punto privilegiado, justo frente a la playa del Espíritu Santo, y ofrece impresionantes vistas que seguramente serán el trasfondo de los eventos ligados a la celebración.
Situada en un elevado promontorio, la vivienda regala a sus visitantes panorámicas asombrosas del mar y de la naturaleza circundante. Este paraíso visual está destinado a ser el hogar de las reuniones más significativas durante el enlace nupcial.
Elementos arquitectónicos distintivos
La casa, distribuida en varias plantas, fusiona el estilo mediterráneo con características típicas de la arquitectura andaluza. Sus paredes blancas, suelos de terracota, y hermosas tejas de barro se combinan con elementos decorativos como forja y buganvillas que embellecen la fachada principal.
Aunque Carlos Herrera es una figura pública discreta, él y su hija, Rocío Crusset, han compartido destellos de su residencia en redes sociales, lo que ha permitido vislumbrar el encanto del hogar familiar. Esta casa, un espacio común para reuniones con amigos, cuenta con grandes ventanales, amplias terrazas y una piscina frente al mar, junto con un jardín que evoca la serenidad de la playa.
Un oasis exterior
El jardín, diseñado como un auténtico refugio para la relajación, está adornado con camas balinesas, sofás, y chill-outs bajo pérgolas, rodeado de vegetación cuidadosamente mantenida, que lo convierte en un entorno ideal para eventos privados.
En el interior, los lujos no pasan desapercibidos. La casa dispone de un gimnasio, una cocina moderna con isla central, y un despacho decorado con toques personales, incluyendo un pequeño altar religioso. Un sótano especial alberga una bodega con barra y zona de estar, donde Carlos, apasionado de la gastronomía, puede disfrutar de momentos informales junto a sus seres queridos, mostrando orgullo por sus recuerdos familiares exhibidos en las paredes.
Valor sentimental
Para los Herrera, este hogar es un tesoro significativo. Rocío y Alberto gestionan la carga emocional que implica el lugar, habiendo pasado veranos de infancia en él, así como momentos entrañables juntos, como compartir emisiones de radio desde la terraza.
La elección de Sanlúcar de Barrameda como escenario para el enlace matrimonial no es meramente casual. La vivienda ha sido testigo de cumpleaños, encuentros familiares y momentos clave para el clan, convirtiéndose en su verdadero refugio emocional.
Una celebración íntima
Aunque Alberto y Blanca no han revelado aún el lugar exacto de la ceremonia, se especula que podría tener lugar en la residencia familiar. Fuentes cercanas, según EL ESPAÑOL, indican que será una celebración íntima, con la asistencia limitada a amigos y familiares cercanos.
Esta casa gaditana es un lugar lleno de recuerdos y significados donde Alberto y Rocío han pasado veranos inolvidables. Ambos, por tanto, sienten el deseo de materializar esta unión en su paraíso familiar.
Detalles de la ceremonia
Alberto y Blanca han seleccionado el 18 de octubre de 2025 como la fecha del “sí, quiero”. La ceremonia religiosa se llevará a cabo en la iglesia de Santo Domingo, un templo emblemático de Sanlúcar con una rica historia que data del siglo XVI, conocido por su impresionante retablo barroco.
A pesar de que el lugar del banquete permanece en secreto, se sabe que La Madrina Weddings, bajo la dirección de Alejandra Lacida, está organizando el evento, prometiendo un estilo cuidado y elegante en la celebración.
Preparativos en marcha
Todo está en marcha para que la residencia de los Herrera se convierta en el marco de una jornada inolvidable. El jardín, con su disposición acogedora y vistas al mar, establece un ambiente propicio para formalizar la unión ante sus seres queridos, mientras que la lista de invitados anticipa la presencia de figuras reconocidas del periodismo y la cultura, todos conectados de alguna manera con la familia.
Conexiones familiares en primer plano
El entorno cumple con todas las condiciones para una boda memorables: a pocos metros de la orilla del Atlántico, amplios espacios exteriores, y una atmósfera de tranquilidad que promueve el amor en un contexto íntimo. Esta unión también fortalecerá los lazos entre tres familias con historias entrelazadas. Alberto, nieto de conocidos comunicadores, y Blanca, psicóloga e integrante de una familia artísticamente notable, cuentan con un historial que probablemente influirá en la celebración.
En resumen, a pesar de los esfuerzos por mantener la intimidad, Alberto y Blanca buscan que su gran día preserve un tono elegante, sin excesos, reflejando una tradición familiar que longitudinalmente ha forjado sus historias personales y emocionales en este hogar tan especial para ellos.