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- Este dorsal representa una enorme responsabilidad goleadora en un club como el blanco, y Kylian no ha decepcionado, logrando 44 goles, el título de Pichichi y la Bota de Oro en su primera temporada.
Desde hace tiempo, el número 10 en el fútbol ha dejado de ser meramente un dorsal, convirtiéndose en una filosofía. En el Real Madrid, dicho número sigue sin dueño desde que Luka Modric lo dejó tras el Mundial de Clubes. Hoy en día, ese número espera a un digno sucesor que se atreva a llevarlo en la próxima temporada.
Kylian Mbappé emerge como un posible candidato. Su imagen y su trayectoria lo avalan, además de que actualmente porta el 10 con la selección francesa, donde se ha consagrado como un referente. Aunque comenzó su carrera en el Monaco con este número, por el momento, aún no ha realizado ninguna demanda al club para llevarlo, lo que indica que la decisión recae en la directiva.
Durante su llegada a Madrid, los aficionados han salido a las calles con camisetas de Kylian Mbappé, para ver cómo la capital se llena de su imagen.
Cuando Mbappé se incorporó al Madrid, optó por el número 9, el cual había estado libre tras la marcha de Benzema en 2023. Este dorsal representa una enorme responsabilidad goleadora en un club como el blanco, y Kylian no ha decepcionado, logrando 44 goles, el título de Pichichi y la Bota de Oro en su primera temporada.
Otro posible heredero del número 10 es Arda Güler. El joven turco, quien proviene del Fenerbahçe, ha demostrado su valía en el campo y se ha ganado un lugar en el once titular esta temporada. Xabi Alonso le ha brindado la oportunidad y, al parecer, Güler está listo para asumir el reto y desea llevar el 10 en su espalda para el inicio de la temporada 2025-26. En un gesto significativo, Modric le entregó su camiseta tras su último partido, lo que podría interpretarse como un paso hacia el futuro.
Un emotivo gesto del croata hacia el joven jugador, simbolizando la conexión entre generaciones.
¿Es posible una temporada sin el 10?
La posibilidad de que el número 10 quede vacío surge como un tema de debate. De hecho, esto ya sucedió en la temporada 2013-14, cuando tras la venta de Özil, el dorsal se mantuvo sin propietario durante esa campaña, justo cuando el Madrid conquistó su ansiada Décima. Aquella camiseta no fue ocupada de nuevo hasta la llegada de James Rodríguez en la siguiente temporada, quien la llevó hasta 2017, año en que Modric asumió su legado.
Este escenario puede verse complicado por la obligación del club de inscribir a Mastantuono, Gonzalo y Asencio dentro de los registros de la primera plantilla. Hasta el momento, estos canteranos han utilizado números que pertenecen a futbolistas del filial. Actualmente, los dorsales disponibles son solo tres: el 10, el 17 y el 25, lo que restringe las posibilidades del club para nuevas incorporaciones hasta que se realicen algunas salidas.
Desde una perspectiva comercial, el Real Madrid comprende que el número 10 es vital para su marca. Este dorsal va más allá de lo meramente deportivo: atrae la atención, genera bases de seguidores y crea simbolismo. Ha definido eras futbolísticas representando jugadores icónicos como Modric y Figo. Por lo tanto, la elección de quién lo porte debe ser cuidadosamente valorada, ya que no se trata únicamente de un número, sino del legado que deja.
