Infórmate en 5 segundos
- Arrasate destacó que, según el protocolo arbitral, el juego debió haberse detenido tras el golpe en la cabeza de Raíllo, y cuestionó las expulsiones de Manu Morlanes y Muriqi, que dejaron al equipo balear con nueve jugadores antes del descanso.
El inicio de LaLiga 2025/26 ha estado marcado por una polémica arbitral que ha generado intensos debates entre aficionados y profesionales del fútbol. El partido inaugural entre el RCD Mallorca y el FC Barcelona, disputado en Son Moix, no solo dejó una victoria azulgrana por 0-3, sino también decisiones arbitrales que han sido objeto de controversia.
El segundo gol del Barça: ¿decisión acertada?
En la primera mitad, un disparo de Lamine Yamal impactó en la cabeza de Antonio Raíllo, defensor del Mallorca, quien cayó al suelo. A pesar de la aparente gravedad de la situación, el árbitro José Luis Munuera Montero permitió que la jugada continuara, y Ferran Torres aprovechó para marcar el segundo gol del Barça. Esta decisión generó protestas inmediatas en el estadio y en las redes sociales, donde periodistas y aficionados cuestionaron la actuación arbitral.
Según el Comité Técnico de Árbitros, Munuera Montero tuvo tiempo y oportunidad para detener el juego, especialmente cuando el balón estaba en el aire. Además, se señaló que el árbitro se llevó el silbato a la boca durante varios segundos sin llegar a pitar, lo que pudo haber confundido a los jugadores. Esta circunstancia refuerza la idea de que el gol debió ser anulado.
La expulsión de Muriqi: ¿correcta o excesiva?
Otro momento polémico fue la entrada de Vedat Muriqi a Joan García. Inicialmente, el delantero kosovar recibió tarjeta amarilla, pero tras la intervención del VAR, Munuera Montero revisó la jugada en el monitor y decidió mostrar la roja directa. El Comité Técnico de Árbitros respaldó esta decisión, calificando la acción como temeraria y poniendo en riesgo la integridad del jugador del Barça.
Reacciones al arbitraje: indignación y críticas
La actuación arbitral fue duramente criticada por el entrenador del Mallorca, Jagoba Arrasate, quien expresó su descontento con las decisiones que, según él, influyeron en el desarrollo del partido. Arrasate destacó que, según el protocolo arbitral, el juego debió haberse detenido tras el golpe en la cabeza de Raíllo, y cuestionó las expulsiones de Manu Morlanes y Muriqi, que dejaron al equipo balear con nueve jugadores antes del descanso.
Por su parte, el técnico del FC Barcelona, Hansi Flick, también mostró su descontento tras la victoria de su equipo. Aunque el Barça ganó 0-2 y el Mallorca sufrió dos expulsiones, Flick criticó el nivel mostrado por sus jugadores, indicando que solo jugaron al 50% de su capacidad. Señaló la falta de control del balón y del juego, y subrayó la importancia de mantener la intensidad incluso cuando el rival tiene menos jugadores. Respecto a la jugada del segundo gol, afirmó que siempre les dice a sus jugadores que jueguen hasta que el colegiado lo indique, aceptando la decisión arbitral como parte del juego.
Un inicio de temporada cargado de polémicas
Con estas controversias arbitrales, el estreno liguero queda inevitablemente marcado por el debate. El Barça mostró superioridad en el campo y se llevó un claro 0-3 de Son Moix, pero la conversación posterior giró más en torno a los árbitros que al rendimiento deportivo. La declaración del Comité Técnico de Árbitros, reconociendo que Munuera Montero debió parar el juego en la acción de Raíllo, abre un nuevo capítulo en el eterno debate sobre el arbitraje español. Lo cierto es que la temporada acaba de comenzar y ya hay episodios que seguirán siendo recordados durante semanas.