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- La química y los gestos de afecto entre ambos captaron la atención de muchos, motivo por el cual Pilar Eyre, experta en la Casa Real y bloguera de la revista Lecturas, ha querido ofrecer su perspectiva sobre esta emotiva interacción.
El pasado viernes se vivió un momento singular en la Casa Real española: la reina Sofía (86 años) y su hijo, el rey Felipe VI (57 años), compartieron un acto oficial a solas, algo que no sucedía desde hace tiempo. La química y los gestos de afecto entre ambos captaron la atención de muchos, motivo por el cual Pilar Eyre, experta en la Casa Real y bloguera de la revista Lecturas, ha querido ofrecer su perspectiva sobre esta emotiva interacción.
La conexión entre madre e hijo
La actual dinámica familiar ha sufrido cambios importantes. Aunque la reina emérita sigue siendo un pilar activo de la monarquía, su papel se ha reducido en comparación con épocas anteriores. Sin embargo, el rey Felipe no escatima esfuerzos en proteger y dar visibilidad a su madre tras las turbulencias que han rodeado a Juan Carlos I. “El hecho de que Felipe la incluya en estos actos es una forma de preservar su dignidad y su importancia en la Corona”, aclara Eyre.
Pilar Eyre ha comentado a través de su canal de YouTube la unión inquebrantable que comparten madre e hijo. Ella remarcó: “’Estoy enamorada de él’. Eso decía la reina Sofía de su hijo cuando era pequeño.” Esta afirmación ilustra el profundo vínculo que ha caracterizado su relación a lo largo de los años. “El verdadero amor de doña Sofía ha sido Felipe. Lo ha cuidado y educado como a un hijo único”, añade.
Gestos de apoyo en público
Los recientes encuentros no han pasado desapercibidos. “Cuando el rey Felipe le muestra apoyo en público, la expresión de la reina Sofía lo dice todo. Se siente orgullosa, como diciendo: toda mi vida ha tenido sentido”, subraya Eyre, reflejando un orgullo maternal que brilla en su sonrisa.
Estos momentos no son simplemente coincidencias: son actos cuidadosamente planificados que sirven para poner de relieve el apoyo continuo de Felipe a su madre en tiempos difíciles. “No fue improvisado; estaba en la agenda de la Casa Real. Es un apoyo necesario para ella, que se siente menospreciada en su rol”, explica la comentarista de realeza.
El trasfondo familiar
A pesar de las tensiones familiares, como la relación distante con su nuera, la conexión con Felipe sigue siendo sólida. “Se dice que Felipe visita a su madre cada tarde y que ambos coinciden en la capilla del Palacio”, comenta Eyre, mostrando que la intimidad en su relación va más allá de lo público.
La preocupación y el cuidado que Felipe muestra hacia su madre son evidentes. “Se podía ver que estaban muy orgullosos el uno del otro; el rey siempre la sostenía del brazo y la miraba, asegurándose de que estuviera bien”, agrega Eyre. Esta conexión es un mensaje claro: “Felipe quiere mostrar su apoyo explícito a su madre, un signo de que está con ella en estos momentos complicados”, concluye Pilar, reafirmando la fortaleza de su relación.
