Infórmate en 5 segundos
- Durante su cautiverio, San Ramón Nonato no dejó de predicar la fe ni de ofrecer consuelo a sus compañeros, a pesar de las difíciles condiciones.
Cada 31 de agosto celebramos a San Ramón Nonato, un religioso mercedario del siglo XIII que es conocido por su increíble dedicación a la liberación de cautivos. Su vida es un ejemplo de fe, valentía y compasión.
Nacido en 1204 en Portell, en la antigua Corona de Aragón, su apodo “nonato” proviene de su particular nacimiento: llegó al mundo a través de una cesárea tras la muerte de su madre. Este hecho lo convirtió en un intercesor especial para embarazadas y recién nacidos, así como para aquellos no nacidos.
Desde su juventud, Ramón sintió un fuerte llamado hacia la vida religiosa y se unió a la Orden Real y Militar de Nuestra Señora de la Merced. Esta congregación, fundada por San Pedro Nolasco, tenía como misión rescatar cristianos prisioneros en el norte de África. La vocación de Ramón era clara: liberar a los cautivos.
Con el tiempo, fue ordenado sacerdote y enviado a África, donde pagó el rescate de numerosos prisioneros cristianos. Cuando se quedó sin dinero, se ofreció como rehén a cambio de un cautivo, cumpliendo así con el cuarto voto de su orden.
Durante su cautiverio, San Ramón Nonato no dejó de predicar la fe ni de ofrecer consuelo a sus compañeros, a pesar de las difíciles condiciones. Su fervor evangelizador fue tan efectivo que logró convertir a muchos, incluidos algunos musulmanes. Esto enfureció a sus captores, que decidieron torturarlo, perforándole los labios y colocándole un candado en la boca para silenciarlo. Permaneció en esta situación dolorosa durante ocho meses hasta que fue finalmente rescatado.
Al regresar a España, San Ramón Nonato fue nombrado cardenal por el papa Gregorio IX. A pesar de su nuevo cargo, mantuvo su humildad y continuó con su misión de evangelización. En 1240, falleció a los 36 años a causa de una fiebre, dejando tras de sí un legado de dedicación y sacrificio.
Su historia es atemporal y en 2020, el papa Francisco sugirió a las parejas que le recen para concebir un hijo.
A continuación, una oración que se puede recitar a San Ramón Nonato para pedir un parto feliz:
Oh excelso patrono, San Ramón, modelo de caridad para con los pobres y necesitados, aquí me tenéis postrado humildemente ante vuestros pies para implorar vuestro auxilio en mis necesidades. Así como era vuestra mayor dicha ayudar a los pobres y necesitados en la tierra, socorredme, os suplico, oh glorioso San Ramón, en esta mi aflicción. A vos, oh glorioso protector acudo para que bendigáis al hijo que llevo en mi seno. Protegedme a mí y al hijo de mis entrañas ahora y durante el parto que se aproxima. Os prometo educarlo según las leyes y mandamientos de Dios. Escuchad mis oraciones, amante protector mío, San Ramón, y hacedme madre feliz de este hijo que espero dar a luz por medio de vuestra poderosa intercesión.
Así sea.