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- La familia de la paracaidista, originaria de Gales, ha aceptado el veredicto de suicidio y agradece el apoyo recibido de la comunidad de paracaidismo tras esta tragedia.
La paracaidista británica Jade Damarell, de 32 años, perdió la vida tras un salto desde más de 4,700 metros de altura cuando su paracaídas no se abrió. Este trágico evento tuvo lugar el 27 de abril en Shotton Colliery, Inglaterra. Según las autoridades, se ha determinado que su muerte fue intencional.
Un desenlace inesperado
El forense Leslie Hamilton confirmó que la causa de la muerte fue un impacto severo. Jade, que contaba con más de 500 saltos en su haber, desactivó el dispositivo de emergencia que debería haber abierto el paracaídas de manera automática en caso de fallo. Además, no llevaba consigo la cámara que acostumbraba a usar para grabar sus descensos.
Momentos previos a la tragedia
La noche anterior a su fatal salto, Jade finalizó su relación con su novio y compañero de saltos, Ben Goodfellow. Un amigo de ambos comentó que la pareja era «inseparable», lo que hace aún más desconcertante lo ocurrido.
Pruebas de una decisión deliberada
La investigación reveló que Jade dejó varias notas en su teléfono dirigidas a su familia, donde se disculpaba y expresaba su gratitud por su apoyo. También incluyó instrucciones financieras y accesos a sus dispositivos, lo que sugiere una clara intencionalidad en su acción.
La familia de la paracaidista, originaria de Gales, ha aceptado el veredicto de suicidio y agradece el apoyo recibido de la comunidad de paracaidismo tras esta tragedia.
Con información de Caraota digital