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- La teoría más replicada—y, a la vez, la más errónea—era que el atacante brasileño había perdido su puesto debido a una supuesta ‘traición’ relacionada con la renovación de su contrato.
El brasileño, envuelto en controversias, resurge en el campo y manda un claro mensaje
Desde aquella memorable ceremonia del Balón de Oro, todo ha cambiado. Es una realidad dolorosa. Para Vinícius, algo se rompió; una fractura invisible que hizo descender notablemente su rendimiento en el fútbol.
En los últimos meses, el ‘número siete’ del Real Madrid ha tenido dificultades para destacarse. Parece inimaginable lo que ha sucedido en un año. Su participación en los partidos no ha llevado a resultados positivos. Las críticas comenzaron a acumularse, las provocaciones a afectar su juego y la confianza se fue debilitando.
La noche del domingo marcó un cambio, tras su primera suplencia como señal de advertencia, volvió a ser el temido y destacado Vinícius Júnior. Saltó al campo en la última media hora, contribuyendo con el pase que llevó al 2-0 y sellando el triunfo con su gol en la última jugada.
A pesar de los rumores infundados, el mensaje fue claro: su compromiso permanece.
Rumores malinterpretados
Cuando una figura del calibre de Vinícius se sienta en el banquillo sin explicación, comienzan las especulaciones. Ayer, las teorías comenzaron a proliferar, tanto en los debates deportivos como en las redes sociales, intensificándose con el paso de las horas.
La teoría más replicada—y, a la vez, la más errónea—era que el atacante brasileño había perdido su puesto debido a una supuesta ‘traición’ relacionada con la renovación de su contrato. Según informes, antes del Mundial de Clubes, Vinícius había prometido a la directiva firmar un nuevo contrato tras el torneo de junio en Estados Unidos. La inesperada negativa a cumplir ese acuerdo habría llevado a su posición en el banquillo.
Otras versiones hablaban de la tensa relación entre Xabi Alonso y Vinícius. “No se comprenden”, “no están en la misma línea”, se comentaba. Nuevamente, teorías sin fundamento.
La decisión del entrenador responde a un planteamiento más lógico: Vinícius no estaba en su mejor forma, mientras que Rodrygo, quien también había solicitado jugar en la izquierda, no lograba destacar debido a la competencia. Por ello, Xabi optó por ‘activar’ la competencia en ese lado, buscando recuperar la mejor versión de Vinícius y darle a Rodrygo las oportunidades que necesitaba. El resultado ha sido exitoso.
Vinícius regresa con fuerza
Vinícius siempre envía mensajes claros. Nadie puede negar su expresividad. Cuando canaliza bien su energía, esa intensidad y ‘rabia’ interna lo diferencian del resto. El domingo, hubo múltiples manifestaciones de esa esencia.
Primero, su cambio de rol en el campo. Luego, la serie de provocaciones que recibió de un estadio que nunca había cruzado caminos con él de tal forma. Ese cúmulo de situaciones provocó una explosión de talento y emoción.
Asistencia, gol, beso al escudo y un mensaje en redes sociales: «yo soy así». Su regreso es contundente.
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